Alberto Muriel
ilustrador, dibujante, especializado en narrativa gráfica y dibujo en vivo
Hoy vamos a entrevistar a un ilustrador, dibujante, especializado en narrativa gráfica y dibujo en vivo.
Nos sorprende ver su capacidad de contar mediante imágenes y que desarrolla en sus trabajos de cómic, retratos en vivo o en sus cuadernos de viaje y urban sketcher.
Para comenzar ¿quién y cómo es Alberto Muriel? ¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?
Alberto Muriel era un niño fascinado por los tebeos, lo que le llevó a dibujar inspirado por ellos y darse cuenta de que no se le daba mal.
De tal forma que acabó por licenciarse en Bellas Artes y entrar a trabajar como diseñador gráfico primero en una en una empresa de organización de eventos y después en una dedicada a la formación donde acabó realizando ilustraciones para material didáctico.
Pero según se acercó a los 30 vio que ese trabajo rutinario no era para él, que podía hacer más y mejores cosas, haciéndose ilustrador autónomo.
Trabajó en diferentes ámbitos de la ilustración y probó incluso a dibujar esos tebeos que tanto le fascinaban, que habían pasado a llamarse cómics, para el mercado estadounidense.
Actualmente sigue probando nuevos caminos y aprendiendo, porque es consciente de que no es suficiente que no se te dé mal para dedicarte profesionalmente a la ilustración.
Sabemos que estás especializado en narrativa gráfica y dibujo en vivo ¿en qué consiste? ¿por qué te motiva esa área gráfica?
Mi interés por la narrativa gráfica me viene por esa fascinación por los cómics que he comentado. Con ellos he tenido que hacer entendíbles gráficamente las ideas de los guionistas con los que he trabajado. Esa preocupación por la claridad narrativa gráfica de una historia es extrapolabe a otros ámbitos, desde una relatoría gráfica hasta una whiteboard animation explicativa.
En cierta forma me gusta sentir que puedo facilitar la transmisión de un idea o historia.
Con mi faceta de urban sketcher que desarrollé con el grupo de dibujo en la calle “DibujaTolrato” adquirí confianza en dibujar fuera de mi estudio, aprendiendo que se puede hacer en cualquier otro lugar si se tienen las herramientas adecuadas. Así se me ocurrió que el dibujo puede ser una buena manera de registrar, o animar, un evento de casi cualquier tipo. Para mi es relativamente fácil llegar a un lugar y dibujar lo que veo mientras sucede un evento y la gente se te acerca a mirar lo que haces.
También has dibujado tus propios cómics ¿surge primero la historia o el dibujo?¿qué es lo que te atrae del mundo del cómic? ¿Qué nos puedes contar de tus cómics?
El cómic es un lenguaje en el que se comunica una historia, así que si no hay nada que comunicar no hay nada que dibujar.
Lo que me atrae del lenguaje del cómic es la mezcla de elementos y recursos que se usan para comunicar: trazo, color, composición, texto… todo ello formando una expresión y narrativa que puede ser completamente diferente dependiendo de la autoría. Hay mucha riqueza en ese mundo.
Haciendo cómics he trabajado de diferentes maneras. Los he dibujado de encargo a partir de un guión que me han proporcionado, como los comics-books que he hecho para el mercado estadounidense. He colaborando en proyectos de ONGs, revistas o de creación propia junto con un guionista. La mayoría de ellos no están en edición en castellano. Pienso que todavía tengo pendiente por hacer mis cómics más personales.
Has trabajado publicando cómics en editoriales del mercado estadounidense, ¿qué nos puedes contar de esa experiencia?
Para empezar que cuesta entrar, yo estuve enviando páginas de muestra durante 5 meses a través de un representante hasta que recibí el primer trabajo, con la editorial IDW Publishing.
Enlacé varios trabajos con diferentes editoriales hasta que hubo un parón y tocaba volver a hacer páginas de muestra, algo que puede llegar a ser muy frustrante ya que estas produciendo un montón de páginas que no van a ningún sitio excepto para que las valore un editor en un minuto, y luego van a la papelera.
Me acabé alejando de ese mercado para volver más tarde de otra manera, esta vez sin representante y con un proyecto propio junto a Ricardo Mo, un guionista inglés con el que había estado haciendo el webcomic “Propeller” que pusimos a la venta en la plataforma Comixology. Preparamos un dossier con la sinopsis y 8 páginas terminadas que movimos por editoriales durante casi un año hasta que la recién nacida Vault Comics lo aceptó. Así publicamos la serie “Colossi” que duró 4 números. Nuestra intención era que fuera más larga, pero en una reestructuración de series de la editorial la nuestra cayó.
En resumen, es un mercado muy exigente, con alto ritmo de producción y con muchos vaivenes, cuesta entrar pero tampoco es nada fácil mantenerse. Si quieres estar ahí ya puedes ser persistente y tener muchas ganas.
Mirando tus ilustraciones, vemos que dibujas en diversos estilos gráficos ¿a qué se debe esta heterogeneidad? ¿cómo ves la evolución de tus ilustraciones y dibujos a lo largo del tiempo?
Supongo que por inquietud creativa. Cuando afronto un proyecto una de mis primeras preocupaciones es decidir cuál es el estilo gráfico más acertado para llevarlo a cabo. Así que en gran medida mi evolución está ligada al tipo de trabajo que he ido realizando.
Con el tiempo y la experiencia vas aumentando tu abanico de registros, sigues aprendiendo, pero creo que también valoras mas la síntesis.
Es evidente que los procesos varían dependiendo del tipo de trabajo, pero ¿cuál es tu proceso de trabajo a la hora de ilustrar?¿qué técnicas utilizas para dibujar?
Lo primero es saber qué es lo que se quiere comunicar. Marcar el objetivo del trabajo que vamos a hacer para no desviarnos y centrar nuestro esfuerzo. Una vez definido, abocetar. Teniendo el boceto y el objetivo claros ya se trata de llevarlo al mejor puerto posible con los recursos que dispones.
Las técnicas que uso serian el lápiz, ya sea analógico o digital, para el boceto y luego dependiendo del proyecto. Rotuladores calibrados, pinceles, tinta, aguadas, acuarela o directamente todo digital. En cualquier caso la imagen definitiva siempre tiene un acabado digital en mayor o menor medida.
Tus garabatos nos parecen muy inspiradores ¿cuales son tus fuentes de inspiración? ¿puedes citarnos algunos/as autores/as?
Yo aprendí a dibujar con los comic-books de los 70, con el clasicismo de autores como John Buscema, o John Romita Sr., después descubrí el potencial narrativo y expresivo del cómic con Will Eisner, Frank Miller, Carlos Giménez… Estas fueron mis primeras influencias, de infancia y adolescencia, y las más claras.
A partir de ahí hay una amalgama de la que sería difícil concretar, pero el cómic siempre ha estado ahí, ya sean los BD de Blain o Frederik Peeters o el manga de Naomi Urasawa o Jiro Taniguchi. Los claro oscuros de Mignola, Eduardo Risso o Sean Phillips, el trazo y acuarelas de Gipi, De Crécy o Davodeau, la sensibilidad de James Jean, Agnes Cecile…
Me gusta el trabajo de gente más joven, autoras principalmente, aunque sus estilos ya se alejen de lo que hago yo y no sé hasta qué punto se pueden considerar influencia. Autoras como Natalia Velarde, Nuria Tamarit, Higi Vandis, Isa Bancewicz, Irene Marquez…
Desde tu perspectiva ¿cómo ves el mundo de la ilustración actual?¿y el cómic?
Desde el punto de vista creativo lo veo de una gran riqueza. Hay una enorme variedad, algo que podemos apreciar en redes sociales, que resulta imposible seguir a toda la gente que te llama la atención.
Algo sobresaliente y positivo también es la cada vez mayor presencia de autoras, las influencias que tuve en mi formación, citadas anteriormente, eran señores. Dentro de unos años cuando se pregunte a quienes se están formando ahora es posible que nombren a más autoras que autores.
Desgraciadamente, aunque la ilustración va teniendo cada vez más presencia, ya que nuestro mundo está ávido de imágenes, es todavía una profesión que en este país no se valora adecuadamente, ni económica ni socialmente. No hay más que comparar con los mercados extranjeros. Y de cómic ni hablamos, mucho peor aun.
Sabemos que dibujas todo el rato ¿proyectos que tengas entre manos últimamente? ¿proyectos futuros?
Actualmente he empezado a practicar con acrílicos, no sé a donde me llevará o si me terminará inspirando a realizar un proyecto con ello.
La idea de realizar un cómic personal siempre está ahí, pero no sería la primera vez que acaba en un cajón, es algo que quien se dedica a lo creativo sabe que pasa.
Para terminar ¿qué les dirías a estudiantes que se quieren dedicar al mundo del cómic, el dibujo o la ilustración?
Que mantengan la pasión e ilusión, es fundamental para permanecer en esto.
Que tengan la mente abierta, sin temer probar nuevos caminos.
Y que sus colegas de profesión no son competencia, sino compañeros y compañeras, así que echémonos una mano y hablemos abiertamente de lo que nos ocurre.