diseño, libros y puntos en librería Kaxilda
Nuevamente, hemos diseñado los marcapáginas que la librería Kaxilda regalará durante el año. Maitane, estudiante de primero, nos cuenta su experiencia
Punto de encuentro
Kaxilda es un restaurante, librería y punto de encuentro
punto de libro
Un punto de libro es una parada en una historia, un respiro en la narración
Punto a punto
Aparecieron puntos como el valor de las personas que cuentan historias
Punto de encuentro
“Antes de este encargo, no había oído hablar de este lugar en mi vida, pero nada más llegar me encantó.
La palabra que mejor describe a Kaxilda, sin duda alguna, es “alternativo”.
Un lugar compuesto por un restaurante ecológico, donde importa la calidad del producto, la elaboración y la presentación de la comida, teniendo en cuenta a la clientela vegana, y librería con acceso a mucha información, libros recomendados por gente especializada en estos temas que no puedes encontrar en cualquier parte, sobre diversos temas.
La fusión de estos dos lugares, crean un espacio de encuentro, para estudiantes que tienen que hacer trabajos, trabajadores que necesitan reunirse o simplemente personas que necesitan un lugar para sus encuentros o talleres.
Lo mágico del lugar, es el vínculo que se crea entre la persona y el libro, pero sobre todo, la relación de amistad que se crea entre los integrantes del proyecto y las personas: no tienen clientes, tienen amigos.
Fue Esteban quien tuvo la entrevista con nosotros.
Nos dio una charla de lo que era Kaxilda y luego sé centró en hablarnos un poco de los marcapáginas. Me gustó mucho, aparte de la explicación de lo que es Kaxilda, cómo lo contaba Esteban.
La esencia de este lugar, para mí, es que aceptan a cualquier persona, menos a los intolerantes.
Punto de libro
Fueron varias semanas de investigación, búsqueda de referentes, puestas en común, bocetos, pruebas, variantes y vuelta a empezar.
Seguramente desde el principio quise plasmar eso que sentía por el proyecto y por lo que la cita y su autor/a quisieron transmitir. Por eso, aunque los primeros bocetos no fuesen acertados, fueron el principio de esa creación tan especial, y quizá, fueron el punto de partida de la solución del proyecto.
Que te den la oportunidad de crear algo tan valioso como un marcapáginas, que es el único que tiene el control sobre el libro, me llenaba de orgullo, ya que mi creación acompañaría a X persona en el transcurso de la lectura y de su crecimiento personal.
Al final todos conseguimos sacar un resultado a la altura de Kaxilda para nuestra propuesta de marcapáginas y acabamos creando una colección con muchos vínculos.
Punto a punto
En general todos representamos en nuestro marcapáginas un sentimiento o sensación que llevábamos dentro y a pesar de no plasmarlo literalmente, en el relato de cada uno se pudo apreciar la dedicación e implicación personal que le pusimos al proyecto.
Aparecieron relaciones entre las distintas propuestas, como la presencia de personas con una historia de valentía que contar.
En unas ocasiones, se puede apreciar la repetición del punto como elemento gráfico. Lo veíamos en las manchas de la mariquita, y lo veíamos de un modo dinámico creando las líneas del suelo. Realmente aquí nacía otra posible conexión. En vez de ser el punto una constante en los marcapáginas, la seguida de éstos ya se convertía en línea. En otro veíamos las líneas que creaban el contorno del rostro de una persona.
Y las líneas creaban caminos, como en el diseño del marcapáginas de la Rayuela.
Sin duda, ante estas relaciones, la figura más representativa del conjunto de los marcapáginas, fue una línea sugerida, intangible, la mirada de los personajes y la actitud de éstas.
Personas que han sentido el sentir de otras.
Un proyecto divertido, sentimental y realmente apasionante. Unas presentaciones la mar de profundas y con buenas argumentaciones. En conjunto el proyecto mejor resuelto de parte de todo el equipo Burugabe hasta el momento.
Esperemos seguir mejorando para los próximos proyectos”.