Sara Morante
ilustradora y escritora incansable
Sara Morante es una creadora incansable, polifacética, una ilustradora con fuerza y estilo. Ilustradora de novelas, cuentos, poemarios y ensayos, portadas, prensa, publicidad, creadora textil y también escritora.
Sus dibujos hipnotizan en su sutileza y detalles sensibles. Una suerte de sortilegio gráfico que nos transporta a un espacio como de sueño, un lugar imaginado y atmosférico.
Su obra se puede ver en más de cincuenta cubiertas de libros. Entre ellos se encuentra la obra de Carson McCullers en la edición en castellano. Allá por el año 2008 le otorgaron el Premio Nacional de Arte Joven del Gobierno de Cantabria en la categoría de Ilustración. El 2012 le concediron el Premio Euskadi de Ilustración por su trabajo en La flor roja.
Como autora, ha escrito e ilustrado La vida de las paredes y Flor fané . Fué la autora del cartel de la Feria del Libro de Madrid de la edición 2019. Ha participado de forma individual y colectiva en numerosas exposiciones. Asimismo, colabora en prensa y publicidad e imparte cursos y seminarios sobre ilustración.
Hoy, es un placer traer a estas páginas a esta gran ilustradora: Sara Morante.
Para comenzar ¿quién es Sara Morante, cómo te defines?
Soy una ilustradora y escritora cántabra afincada en Hendaya.
¿Cómo te metiste en el mundo de la ilustración? ¿Cuál ha sido tu camino en este mundo gráfico?
Siempre he dibujado, siempre me he formado en distintas técnicas (dibujo, pintura, escultura, estampación, digital), pero no ejercía como ilustradora, sino que trabajaba en una oficina de Donosti. En un taller de litografía en Arteleku en 2007, el profesor Don Herbert me sugirió que probase en el mundo de la ilustración. Así lo hice; fui a una librería y pensé “¿Esto es un trabajo?! Si yo esto lo he hecho toda la vida”. Preparé un portafolio con textos propios y textos clásicos y lo presenté al Premio Nacional de Arte Joven del Gobierno de Cantabria, en la categoría de ilustración, allá por el año 2008, y lo gané. Para la entrega de premios y exposición de los ganadores hice un listado de todas las editoriales cántabras y les envié unas invitaciones que yo misma diseñé. Así fue como conocí a la editorial Mundanalruido, y me propusieron mi primer libro ilustrado, Señal, de Raúl Vacas. Este poemario se convirtió en una escuela, porque aprendí muchísimo y porque me enfiló en el camino de la Literatura para adultos ilustrada.
Tus ilustraciones tienen una fuerza expresiva muy marcada ¿cómo definirías tus dibujos? ¿en qué crees que se caracterizan?
El estilo y la estética se forman a lo largo de la vida: lo que nos gusta y cómo somos, qué personalidad tenemos, por eso es difícil definir nuestro propio estilo. Mis ilustraciones son a veces preciosistas y dramáticas, en el sentido estético, eso es porque desde siempre he visto mucho cine en blanco y negro, cine expresionista en el que, ante la ausencia de color y a veces de sonido, se apostaba todo a las luces, las sombras, las composiciones y el maquillaje dramático de los actores. Pero luego hay mucha literatura en mi trabajo: toda la buena literatura que he leído y me ha hecho imagininar y crear.
Es evidente que hay mucha pasión en tus dibujos ¿qué es lo más te gusta en tu profesión de ilustradora?
Vivir en la ficción que estoy ilustrando, que el texto sea tan sugerente que me permita sacar mi propio lado creativo -no me gusta hacer ilustración descriptiva y considero que mi labor es dar otra lectura al texto.
Vemos que has ilustrados libros, portadas, publicidad, textil delante de ti un papel en blanco y … ¿Cuál sería el proyecto de ilustración de tus sueños?
Un cómic -porque mi último libro, Flor fané, es un híbrido; cine de animación -aunque consuelo haciéndome gifs animados con mis propios dibujos.
Ya he ilustrado a Sylvia Plath y a Virginia Woolf, pero todavía quedan un puñadito de escritores a los que me gustaría ilustrar. Y, por supuesto, me gustaría seguir ilustrando mis propios textos.
Tus ilustraciones parecen el resultado de un proceso de trabajo elaborado y cuidadoso ¿Cuál es ese proceso de trabajo? ¿Qué herramientas usas para dibujar?
Hasta la pandemia, marzo de 2020, dibujaba a mano (lápices, pinturas, acuarela, tintas, gouache) y luego escaneaba, recortaba y colocaba de forma digital (tengo un escáner muy pequeño y el estilo a veces también lo definen las limitaciones técnicas). En marzo de 2020 empecé a ilustrar Ariel, de Sylvia Plath, para Nórdica libros. Todos los comercios, salvo los esenciales, estaban cerrados. Bajé a la farmacia, compré cuatro o cinco bisturíes quirúrgicos y corté diez años de dibujos para hacer los collages de este libro. El siguiente libro lo hice igual. Además, tuve que aprender a fotografiar estos collages, era la única forma de digitalizarlos.
Con Flor fané he vuelto al principio, al año 2008: he dejado errores y borrones. Tras tantos años de técnica digital y perfeccionismo, necesitaba lo orgánico del lápiz y el papel, de la línea recta que no es recta. Así que no he utilizado la técnica digital prácticamente para este libro, pero la vlveré a utilizar; no hay nada mejor que conocer cuantas más técnicas mejor y utilizarlas con libertad.
Sinceramente nos parece muy inspirador tu estilo de dibujo ¿Qué ilustradores/as te inspiran? ¿Alguna otra inspiración?
Hay ilustradoras e ilustradores buenísimos en España. No me parece nada justo nombrar a cinco, porque admiro a muchos.
Desde tu perspectiva profesional ¿Cómo ves el mundo de la ilustración actual? ¿qué crees que puede venir en el futuro cercano?
El mundo de la ilustración está en un sector precario, el de la Cultura, aunque ha levantado cabeza los últimos años, y somos trabajadores autónomos, ahí es nada. Se necesita diversificar un poco, porque trabajar con una herramienta que es la creatividad cada día del año -ya he dicho que somos autónomos, libramos pocos días y además trabajamos en casa- quema mucho, por eso es bueno conseguir trabajos variados; alternar cubiertas de libros con publicidad o prensa. Yo llevo unos años dando cursos y seminarios en escuelas de arte e ilustración y en el máster de Escritura Creativa de la UIV y he descubierto que me gusta mucho compartir con los alumnos mi experiencia y mis errores. Eso me ayuda a sobrevivir en este sector nuestro.
¿Qué nuevas ilustraciones tienes entre manos? ¿proyectos futuros que se puedan contar?
Acabo de entregar dos cubiertas de libro, una es para Hubo un jardín, de la escritora Valeria Correa Fiz en la editorial Páginas de Espuma; otra cubierta para una editorial italiana y lo más reciente es la cubierta de un suplemento cultural que saldrá próximamente. Además, estoy escribiendo mi nuevo libro.
Para acabar, a la mayoría de los/as estudiantes de diseño les encanta dibujar, ¿les dan algunos consejos a futuros diseñadores y dibujantes?
Que reciban clases de dibujo académico: es una base que les permitirá dibujar cualquier cosa que se propongan. Que no desdeñen ninguna técnica: todas nos van a aportar algo, son las piernas con las que se mueve la creatividad. Que tengan curiosidad, que conozcan todas las disciplinas creativas; que vayan a exposiciones, que lean, que vean películas. Que escuchen a la gente a su alrededor, que anoten sus ideas, por bobas que les parezcan. El imaginario personal se nutre de todo esto: el imaginario es el léxico de la creatividad.
